Buen vino, buen pan del ripollés y unos buenos calçots, fue la última fiesta familiar en casa de los hermanos. |
Además de calçots tuvimos una buena parrillada |
La cuñada Núria y su hermano fueron los cocineros |
Aqui los comensales, que no pudimos faltar a la fiesta. |
La otra parte de la mesa |
Los marcapáginas muy bien , pero la parrillada...¡ Dios mío ! ¡ Huele desde aquí ! No hagáis estas cosas , quiero decir que no me parece de recibo ponerme a estas horas a hacer yo una parrillada. Con el antojo me quedo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esas mesas interminables me recuerdan las fiestas de mis padres, hace ya unos años.En una ocasión llegamos a ser 65. Disfrutadlas.
ResponderEliminarUn abrazo
Justa